Estados Unidos se acerca peligrosamente al plazo límite en el que agotará el máximo de endeudamiento permitido y podría entrar en suspensión de pagos, lo que tendría graves consecuencias en todo el mundo. Hasta el momento, demócratas (con su líder Harry Reid) y republicanos (con su líder Mitch McConnell) han sido incapaces de cerrar un acuerdo para ampliar ese tope, cuando queda un solo unas horas alcanzar el techo de deuda, dando como límite de tiempo a un acuerdo antes de esta media noche para evitar esta suspensión de pagos.
Esta suspensión de pagos no sólo dañaría su economía nacional, sino que arrastraría a todo el mundo de forma similar a lo sucedido tras la caída de Lehman Brothers en 2008.“Una suspensión de pagos no tiene precedentes y, potencialmente, sería catastrófico: los mercados de crédito se paralizarían, el valor del dólar se desplomaría, los tipos de intereses de EE.UU. se dispararían”, resume el Departamento del Tesoro estadounidense en un informe publicado esta semana, donde concluye: “Habría una crisis financiera y una recesión que recordarían a lo sucedido en 2008, o peor”.
La presión está ahora en el Senado, que ha retomado las negociaciones, mientras que la Cámara de Representantes no logró someter ayer martes a votación la propuesta elaborada por los republicanos, ya que no han logrado el apoyo suficiente dentro del propio partido.
En EE.UU. es el Congreso el que expresamente tiene que fijar cada vez el monto hasta el cual el país puede endeudarse. La actual cifra es de 16.699 billones de dólares, que supone el 106% del PIB. En realidad a ella se llegó formalmente el 19 de mayo, pero desde entonces el Tesoro ha ido aplicando varios mecanismos contables con el fin de posponer la fecha. El Tesoro calculó que el 17 de octubre habría agotado sus recursos, y esa ha sido la fecha que en esta crisis se ha tomado como referencia, aunque el momento dramático ocurría entre el 22 de octubre y el 1 de noviembre, que es cuando el pago de facturas y sueldos del próximo mes tendría que realizarse.
En cualquier caso, si para el jueves no hubiera acuerdo, las bolsas acusarían ya la situación y las agencias internacionales de calificación podrían proceder a una degradación de la deuda soberana estadounidense. El principal poseedor de deuda estadounidense es China, con 1,2 billones de dólares, seguido de Japón, con 1,1 billones. España posee 21.900 millones de dólares.
La presión está ahora en el Senado, que ha retomado las negociaciones, mientras que la Cámara de Representantes no logró someter ayer martes a votación la propuesta elaborada por los republicanos, ya que no han logrado el apoyo suficiente dentro del propio partido.
En EE.UU. es el Congreso el que expresamente tiene que fijar cada vez el monto hasta el cual el país puede endeudarse. La actual cifra es de 16.699 billones de dólares, que supone el 106% del PIB. En realidad a ella se llegó formalmente el 19 de mayo, pero desde entonces el Tesoro ha ido aplicando varios mecanismos contables con el fin de posponer la fecha. El Tesoro calculó que el 17 de octubre habría agotado sus recursos, y esa ha sido la fecha que en esta crisis se ha tomado como referencia, aunque el momento dramático ocurría entre el 22 de octubre y el 1 de noviembre, que es cuando el pago de facturas y sueldos del próximo mes tendría que realizarse.
En cualquier caso, si para el jueves no hubiera acuerdo, las bolsas acusarían ya la situación y las agencias internacionales de calificación podrían proceder a una degradación de la deuda soberana estadounidense. El principal poseedor de deuda estadounidense es China, con 1,2 billones de dólares, seguido de Japón, con 1,1 billones. España posee 21.900 millones de dólares.
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